Declaración del Presidente de Asuntos Religiosos Erbaş sobre la masacre en Nueva Zelandia

Declaración del Presidente de Asuntos Religiosos Erbaş sobre la masacre en Nueva Zelandia

viernes, 15 de marzo de 2019

En Nueva Zelandia hoy, en tiempo de oración del Viernes, un ataque atroz y siniestro lamentablemente docenas de nuestros hermanos fueron masacrados.  Los brutales ataques contra las personas que rinden culto demuestran cómo el fascismo y la intolerancia se convierten en perversión y animosidad.

En los últimos años, especialmente en el mundo occidental, el creciento anti-islamismo, ya que no se han tomado las medidas necesarias, lamentablemente, está evolucionando rápidamente hacia hostilidad contra Islam. Por lo tanto, estas y otras acciones similares que frecuentemente encontramos contra los musulmanes dan la impresión de que se vuelven conscientes y sistemáticos, fuera de ser individuales y excepcionales.

La existencia de ataques terroristas contra musulmanes y mezquitas en diversas partes del mundo, Masjid al-Aqsa en particular, que es uno de los templos más sagrados de los musulmanes, es un imagen muy grave y es nítidamente inaceptable. La islamofobia es una forma de abdicación de la razón y es un grave crimen humano que alberga intereses sucios y el racismo. La islamofobia se ha convertido en una industria que produce prejuicios y hostilidad contra los sagrados, templos y miembros de la religión de la paz, Islam, que reconoce los derechos y libertades fundamentales de todas las personas intocables y que considera la misericordiala a la criatura como un requisito integral de adoración y servitud al creador.

La islamofobia es un proyecto traicionero y oscuro que busca difundir en la opinión pública mundial, con un miedo artificial, un falso imagen del Islam como una ideología que solamente fomenta la violencia y el terror. El verdadero objetivo de la actitud islamofóbico es crear una atmósfera de conflicto, disputa y lucha entre culturas, sociedades, religiones y civilizaciones en cualquiera situación y condición, y beneficiar de estos conflictos.

Quiero declarar ante la opinión pública mundial que los ataques a los templos, que se consideran intocables en todas las enseñanzas religiosas, morales y jurídicas, significan un golpe al futuro de la humanidad, la conciencia común y la esperanza de vivir juntos en paz.

Por lo tanto, insto a todos los creyentes y la gente con conciencia a que muestren la reacción necesaria ante estos acontecimientos y otros similares; llamo a las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales al adoptar más iniciativas sobre los derechos humanos y la libertad de creencia; llamo a los cuerpos politicos y dirigentes a adoptar las medidas necesarias para prevenir el odio y las hostilidades y a llevar a cabo la necesidad de seguridad y justicia con sensibilidad.

Por otro lado, los musulmanes deben ser más sensibles para superar juntos todos los problemas y dificultades, especialmente los ataques a mezquitas y a los sagrados, deben fortalecer su unidad y considerar las diferencias como riqueza y actuar de manera vigilante y en estrecha cooperación contra las instigaciones y la provocaciones. Por supuesto, los musulmanes actuarán sensiblemente frente a los acontecimientos más difíciles y provocadores.

Nuestra Presidencia de los Asuntos Religiosos siempre ha estado en contra de todas las palabras, actitudes y ataques que tienen como objetivo los valores comunes y la paz de la humanidad. Solidarizaremos plenamente con los musulmanes de Nueva Zelandia debido al ataque terrorista que nos llevó a un profundo dolor.

Condeno fuertemente los ataques brutales contra mezquitas, que son los lugares mas poderosos de tranquilidad y paz. Deseo la misericordia de Allah a nuestros hermanos y hermanas que fueron martires en el ataque, y sanación urgente de los heridos y presento mis condolencias a todo el mundo islámico.